Cuando estamos improvisando podemos enfrentar varias situaciones, podemos tener una base sobre un mismo acorde durante varios compases, tener un ciclo básico de cuatro acordes ubicados de uno por compás o incluso llegar a encontrarnos cambios de tono dentro de la progresión.
Cada situación presenta retos diferentes, cuando se tiene un solo acorde en la progresión, evitar la monotonía, crear melodías con clímax y movimiento puede ser difícil.
Cuando se tienen varios acordes se abre un abanico de posibilidades, desde hacer una improvisación global usando una escala para cada toda la progresión o usar una escala para cada acorde, en estos casos controlar la improvisación, hacerla fluida y melódica, aprovechando el fondo es un reto.
Cuando se tienen cambios de tono dentro de la progresión, se abren aún más posibilidades, desde hacer improvisaciones globales para cada tono, usar escalas para cada acorde o darle un carácter diferente a cada tonalidad.
En lo personal, este es el tipo de base sobre el cual disfruto más improvisar, ya que es la que mayores posibilidades musicales ofrece, sin embargo, es útil hacer algunas cosas antes de comenzar a improvisar.
Como primera medida es indispensable identificar los cambios de tono, que escalas se están manejando, que notas cambian entre las escalas y en qué momento se hace el cambio.
Por ejemplo, si se tiene la siguiente progresión:
C l F l G l A l D l Em l A l
Se tienen dos tonalidades, C donde se encuentran los acordes de C F G, se tiene un A que es el acorde donde se produce el cambio y la escala de D donde se tienen los acordes D Em A.
En este caso se deben aislar los elementos, primero vamos a mirar que sucede dentro del tono de C.
C F G
Es una progresión de acordes I IV V, donde se encuentran los acordes principales de la escala, se puede improvisar todo usando la escala de C, o se pueden enfatizar los acordes, ya sea por sus arpegios o usando una escala para cada acorde, C mayor, F Lidia y G mixolidio.
Luego aparece un acorde que nos permite generar el cambio, A.
Este sería para mí el momento clave de la improvisación, ya que este acorde nos marca el cambio, es necesario resaltarlo, en este caso yo usaría las notas del acorde o la escala Mixolidia.
En la escala de D se tienen los siguientes acordes D Em A, acá lo primero es mirar las notas que cambian entre las escalas, se pasa de tener cero alteraciones a tener dos, F# y C#, esto nos indica que solo se cambian dos notas, las otras cinco son iguales.
Esto es muy importante, ya que debemos enfocarnos en lo que es diferente, con modificar esas dos notas sobre la escala en la que nos encontramos ya podemos hacer el cambio, con usar C# y F# ya estamos en el tono nuevo.
Esto es útil, ya que muchas veces, sobre todo si se toca usando digitaciones el instinto hace que uno salga hacia la digitación más cercana, por lo general hacia la sexta cuerda, cuando se es consciente de las notas que se modifican esto puede evitarse, con solo alterar las notas se puede mantener el sentido melódico que se traía.
Concluyendo:
Para abordar solos con cambios de tono lo primero es identificar los tonos que se trabajan en la progresión.
Identificar el elemento o acorde donde de general el cambio de escala.
Identificar las notas diferentes entre las dos escalas.
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Interesante per me parece un poco complejo, aun tengo mucho por estudiar.
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