Dentro de la improvisación de habla mucho acerca de la aplicación de los arpegios, el moverse sobre las notas de los acordes, inicialmente primer, tercer y quinto grado, para hacer sentir la armonía, para sonar coherentes con el acompañamiento.
A llegar al lenguaje Jazz esto se extiende un poco hasta el séptimo grado y se comienzan a mirar las tensiones de los acordes para darle otro color a la improvisación.
Al aplicar tensiones se usan notas que están fuera de la estructura básica del acorde, por ello su sonoridad en algunos casos puede llegar a sentirse algo disonante, algo diferente.
Cuando nos referimos a las tensiones hablamos de las novenas, oncenas y trecenas de los diferentes acordes, donde las novenas por lo general son las de mayor aceptación.
La novena es una nota que tiene diferentes tratamientos de acuerdo al acorde donde se esté usando, si se trata de acordes mayores, menores o dominantes dentro de la tonalidad mayor, la novena debe ser mayor.
Esto implica que las encontramos a un tono completo sobre la tónica del acorde, por ejemplo, en un acorde de C, Cm o C7, este último en tono de F, la novena a usar en el acorde sería la nota D.
El acorde de tipo dominante dentro de la tonalidad menor, por ejemplo, el acorde de C7 citado anteriormente, pero dentro del tono de Fm usa otro tipo de novena, esta puede ser menor o aumentada, en este caso se trataría de las notas Db o D#.
El primer paso para el estudio de las novenas es comprender que la nota se encuentra delante de la tónica del acorde y depende del tipo de acorde si esta es mayor como es el caso de los acordes mayores, menores o quinto grado del tono mayor o menor y aumentada como es el caso del acorde dominante dentro del tono menor.
Algo muy útil para el estudio de la improvisación es la aplicación de arpegios, tocar las notas del acorde, desde la tónica hasta la novena, a continuación se muestran algunos ejemplos de esto para cada tipo de acorde partiendo desde la sexta, quinta o cuarta cuerda.
Todos estos ejemplos se encuentran desde la nota C, pero pueden aplicarse a cualquier otra nota.
Un buen truco es resolver las novenas hacia abajo, usarla para caer a la tónica, con ello se le da una resolución que ayuda a destacar el acorde del acompañamiento.
Te invito a usar esta nota en las improvisaciones, le da un color diferente y en muchos casos muy expresivo a los solos.
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