Como guitarristas muchas veces nos enfocamos en el aprendizaje de escalas con el fin de conseguir nuevas sonoridades, aunque en principio este acercamiento es correcto y resulta efectivo, muchas veces la solución puede ser más sencilla de lo que imaginamos.
Los guitarristas tenemos por hábito muchas veces iniciar las escalas desde la tónica, ir siempre al primer grado que por lo general coincide con el primer grado del acorde, de esta forma por ejemplo para un CMaj7 tocamos la escala de C lidio y lo hacemos iniciando la escala desde la nota C.
Esto lo hacemos porque nos permite resaltar la armonía, hacer que el acompañamiento se sienta claro y más unido a lo que se está haciendo a nivel melódico.
Que sucede si de manera deliberada optamos por evadir la tónica, si en el caso anterior evitamos el C, esto nos da dos caminos:
Usar las demás notas de los acordes
Los acordes de tríada tienen tres notas, 1 3 5, los acordes con séptima añaden el 7, si usamos cualquier opción diferente al 1 y damos énfasis a los otros grados vamos a lograr efectos interesantes.
A mi parecer la tercera del acorde siempre resulta muy expresiva, es una excelente nota para enfatizar dentro de la improvisación, le da mucho carácter al solo y ayuda a que la armonía se sienta.
La quinta a mi parecer se asemeja a la tónica cuando se enfatiza, es una buena opción para quienes desean evadir la tónica, pero sin salirse mucho en la sonoridad.
La séptima a mi parecer es inestable, genera algo de disonancia en el acorde, por ello es óptima si lo que se busca es generar este efecto.
En una progresión como:
CMaj7 Am7 FMaj7 G7
Debemos evitar las notas, C, A, F y G las tónicas cuando estemos sobre cada acorde, el C cuando estemos en el CMaj7, el A cuando estemos en el Am7 etc. En vez de ellas podemos usar la tercera, quinta o séptima, también es válido moverse por la escala de manera libre pero siempre evitando el primer grado en cada acorde.
Usar las tensiones
Otro camino consiste en usar las tensiones de los acordes, 9, 11 y 13 de estas la novena es particularmente expresiva, la oncena genera una disonancia fuerte y la trecena funciona muy bien como consonancia, esta nota es frecuente dentro del Blues.
Usar notas diferentes a la tónica en la improvisación es algo que nos ayuda a conseguir nuevas sonoridades, a estudiar mejor las escalas, ya que debemos ser conscientes de las notas que las componen y a mejorar la ubicación en la guitarra, te invito a probar esto en tu próxima improvisación.
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Excelente como siempre, muchas gracias por la idea!
Con gusto Manuel, acá siempre atentos a lo que necesites.